Este es el Castillo de Cartas


Un castillo de cartas.
Frágil, si piensa en el que está hecho de naipes.
Interesante, si piensa en uno hecho de epístolas.
Este cae en ambas descripciones.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Visita

Era mañana de Febrero y Lewart esperaba una visita. Libragae, una muy buena amiga suya lo visitaría para que el le ayudara con una tarea pendiente de su bachillerato. Ella era mas que su amiga, era su ex novia, y a pesar de eso se llevaban muy bien, sostenían una relación de amistad sana, y algunas otras cosas en el corto plazo después de su relación.

A este punto habían pasado cerca de año y medio después de su ruptura y ella tenia ya una nueva relación. Todo parecía normal y claro en esa pequeña visita.
Pero hubo una llamada unos días antes de que sucediera eso. Era su abuela, que para ella era como su madre a falta de una que estuviera a su lado, diciéndole a la madre de Lewart que no los dejara por ningún motivo solos, porque la gente después habla cosas. Milav, la mama de Lewart solo lo tomo como un simple comentario al cual, desde luego, ella haría caso.

Llego el dia de la tan mencionada visita. Todo transcurrió normal entre ellos, algunas insinuaciones leves por parte de ambos, pero no pasó a nada mas. Terminó y se fue de la casa.

Algunos mese mas tarde se corre la noticia que Libragae estaba encinta, y algunos meses después, ya que ella tiene su niño, Lewart y su familia miran en retrospectiva a todos los asuntos y comentarios que rodearon esa inesperada visita.

Su padre solo le recordó esa película “El Crimen del Padre Amaro”, cuando la protagonista busca a su ex novio para quitarle el clavo al padre Amaro y dejárselo a él. En una noche, en reunión familiar se atan los cabos y todo parece combinar perfecto: Ella quería hacer lo mismo, y dejarle el clavo a el.La reunión termino con una sabia reflexión de su padre: “A veces la gente te muestra un rostro, pero por detrás solo quieren meterte la saga hasta lo mas profundo, y aprovecharse de la confianza y del cariño que les tenés…”

Un día después de esa reunión familiar, el sabe que ella esta en el mismo lugar de reunión y evita hablar con ella. Solo la ve de lejos, pensando en los problemas que se hubiera causado sin razón, solo por saciar un poco de pasión sin pensar en ver el paisaje completo.

Lewart ha aprendido una lección, y espera nunca olvidarla. Agradece a Dios que aunque sea en ese momento pudo refrenarse o ponerle a ella sentimiento de culpa para frenarlo a él. Sabe que no hubiera pasado a más, que hubiera podido salir bien librado, pero esa angustia e incomodidad, también sabe que no se la hubiera quitado nadie.

Sábado, Diciembre 5, 2009



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